Ruta de Oroel a San Juan de la Peña

Mapa de situacion

De la carretera de Sabiñánigo a Jaca, 6 Km. antes de llegar, parte a la izquierda otra estrecha carretera en dirección a Navasa, que dista 4 Km. Antes, a unos 3 Km., sale otra hacia Jarlata.

Pronto podemos ver Navasa y tras pasar por su cementerio, admiramos la esbelta torre y el ábside románico de su iglesia. Se restauró su interior y sus hermosas pinturas se trasladaron al Museo Diocesano de Jaca.

Atravesamos la pequeña población, dejando a la derecha una fuente con abrevadero, de las pocas que encontraremos en nuestro recorrido. Tras algo menos de 1 Km. de estrecha carretera alcanzamos el cruce que va a Oroel, abandonando la carretera que nos llevaría al Hostal de Ipies, en la carretera a Huesca. A partir de aquí, comienza una carretera estrecha, pero recién asfaltada, hasta el Parador del Oroel.

Continuamos entre bosque de pino y cajico o quejigo (Quercus faginea) hasta una distancia de 2 Km. de Navasa, donde el bosque ya es más húmedo y podemos encontrar Hygrophorus marzuolus, Tricholoma portentosum, Tricholoma equestre y otros.

Tras otros 2 Km. de recorrido y durante otros 4 mas hasta el Parador, podemos establecer paradas donde se evidencia que hay espacios para aparcar. A ambos lados de la pista salen sendas, que podemos seguir algún trecho para adentrarnos en el bosque, a la búsqueda de las muchas y variadas especies de este enclave, merecedor de ser declarado Parque Natural. El bosque está formado, fundamentalmente, por Pinus sylvestris y Quercus faginea, aunque en los numerosos y empinados barrancos abunda el abeto o Abies alba y algunas hayas o Fagus sylvatica. También abunda el acebo o Ilex aquifolium y el boj o buxo

Las especies mas buscadas en estos hábitats en primavera son las Morronglas, que así llaman aquí a las Morchellas, e Hygrophorus marzuolus . También hay Calocybe gambosa o Usón e Isón en las altas praderas o claros de bosque. Pero la especie reina en otoño es Cantharellus lutescens o Trompeta amarilla y los Boletus edulis. Por supuesto que también se busca Lactarius deliciosus o rebollón y Cantharellus cibarius, así como Lactarius salmonicolor y Boletus aestivalis en el verano. También abundan diferentes Ramarias que aquí llaman Manetas.

Morchellas frente a Oroel

Cantharellus lutescens

Llegados al parador podemos tomar algún refrigerio al amor de su chimenea, sobre todo en días fríos y lluviosos.

Para los amantes de la montaña, aconsejamos efectuar la ascensión hasta la cruz de la cima del Monte Oroel. La senda parte frente al Parador y en largas lazadas, a veces bastante pendientes, se salva la muralla rocosa que forma la cara norte. Este recorrido se hace todo él entre árboles hasta salvar la pared y una vez arriba, el terreno está desprovisto de ellos, solo hay erizones y piedras. Este recorrido por la cornisa nos permite admirar una hermosa panorámica del Pirineo Central. Habremos utilizado en la ascensión algo mas de una hora, dependiendo de lo que hayamos utilizado en buscar las variadas especies ,que crecen entre el esponjoso musgo del pinar y entre los abetos del recorrido.

Desde el Parador al cruce de la carretera que va hacia Jaca a la derecha y a San Juan de la Peña a la izquierda, hay 2Km y medio, entre pino y roble y otros arboles planifolios.

Helvella crispa v. pithyophila

Pardina venta del Leon y Monte Oroel

Desde aquí hasta el cruce de Bernués y Monasterio hay 9,5 Km.. En este recorrido podremos observar dos ejemplares de pardina, que así llaman aquí a las casas de campo, con su tejado de losa y esbelta chimenea (en una ya derruida). También, al atardecer, el Monte Oroel o Uruel se tiñe de oro con las luces doradas del atardecer, en una magnífica panorámica muy distinta a su cara norte. Luego, a unos 4 Km. a la izquierda parte una pista que nos introduce en la cara sur de este monte, con sorprendentes pinares.

Este recorrido, hasta las proximidades del Monasterio, es bastante árido aunque con bosque de tipo mediterráneo, donde predomina la carrasca.. No obstante desde el desvío a Botaya el bosque ya se mezcla con pino y roble y llegando al Monasterio Alto, el bosque que flanquea la carretera es húmedo y rico en especies fungicas.

Junto a este Monasterio hay zona de picnic con mesas al borde del bosque y una extensa pradera cubierta por una alfombra de hierba. Salen aquí también especies como Macrolepiota y Agaricus o champiñones, si no los destrozan los numerosos visitantes.

Este monasterio barroco del siglo XVIII está siendo objeto de un ambicioso proyecto de rehabilitación, que incluirá una hospedería, un jardín arqueológico, todo un ala del edificio dedicada al recorrido de las trazas arqueológicas del Monasterio Nuevo y como Centro de Interpretación de ambos monasterios, así como una galería de retratos de los Reyes de Aragón y en el interior de la iglesia el Centro de Interpretación del Reino y la Corona de Aragón (CIRCA).




Panoranica del Pirineo con los monasterios de San Juan de la Peña y detrás Monte Oroel


Entre los abetos de sus barranqueras encontramos Morchellas y Gyromitras junto a narcisos y orquídeas, entre los claros de bosque en primavera; así como Lactarius y Boletus entre los pinos y hayas, en otra época. También en sus praderas podemos encontrar Calocybes, Marasmius, Hygrocybes, Agaricus y otras muchas especies.


Claustro del Monasterio bajo

Monasterios bajo y alto y Monte Oroel

Si continuamos la carretera, justo antes de iniciar la bajada hacia el Monasterio Viejo de San Juan de la Peña (que es visita obligada), sale una pista a la izquierda en la que enseguida vemos una barrera, para permitir el acceso exclusivamente a vehículos autorizados. Si no disponemos de él, podemos aparcar el coche y disfrutar buscando especies en el bosque de pino, haya y también roble que hay en esta explanada. Este espacio está declarado Sitio de Interés, por eso advierten de la recogida de especies vegetales. (en fase de aprobación como Parque Natural de Oroel y San Juan de la Peña).

Podemos encontrar Cantharellus cibarius o Rebozuelo, Cantharellus lutescens, Boletus edulis, Boletus aestivalis, Coprinus, Russulas, Tricholomas, Helvellas,etc.

Si accedemos por la pista llegamos, tras 3 Km. de recorrido, hasta unos repetidores de comunicaciones. Aquí podemos disfrutar de praderas alpinas y un magnifico bosque de hayas y abetos, que se extiende hasta la cumbre, donde se asienta la ermita de San Salvador, tras otros 3 Km. de agradable paseo. El paisaje desde este lugar es excepcional: hacia el sur un tremendo acantilado con buitreras frecuentadas por estas aves, que evolucionan ante nuestra vista, que también alcanza la Sierra de Santo Domingo y hasta el Moncayo en días claros; hacia el norte y en nuestro derredor, el majestuoso Pirineo.